lunes, 30 de julio de 2007

Dicotomías Generales 1


¿Placeres del Cuerpo o Alegrías del Corazón?


Elegir solo una no es suficiente; pero tener ambas es simplemente imposible.

En esta mortal improvisación en la que me encuentro sumida, trato de buscar la respuesta, para sólo encontrarme temiendo, que es el engañador sentir el que pretende unirlas... Creador de la Ilusión, destinado está, a acabarse junto a su creación, para dejar ver la inminente separación.

Pero ilusamente aún trato de encontrar, lo que en mi sueño se ve: aquel dulce sentir que me permita ver el secreto de aquella prohibida unión... Pero ahora, déjame preguntar, sin saber si esbozar una forzada sonrisa o quizás una silente lágrima...
Si fuera posible unirlas... ¿cómo podrías transar aquello? ¿por qué preferirías siempre perder?

domingo, 29 de julio de 2007

Despertar


Y desperté, solo para descubrir que aún soñaba.

jueves, 26 de julio de 2007

Adicción / Haiku 1








Pido Clemencia,

de mi cuerpo hambriento;

Adicción Mortal.








Degustar algún nuevo sabor en nuestro paladar nos lleva a desear aquel nuevo placer si este ha gustado. Hambre de la carne, de tristezas, de amor, de desatención, de angustia, de libertad, de soledad, de muerte... Ahora dime, ¿cúal es tu adicción mortal?

martes, 24 de julio de 2007

Epifanía en Azul


Ocultando tu rostro de mi, la noche dibujaba los paisajes de tu cuerpo azulino, de pie frente a la ventana.
Escondida entre las sábanas, contemplé como se ensalzaba tu silueta en silencio ante la noche. Fue la primera vez que el tiempo se detuvo ante mis ojos.

De aquella vez ya no queda nada. Se ha ido la noche, las sábanas y los azules paisajes de tu cuerpo febril.
Fue mucho antes de las cicatrices, cuando la luna aún nos sonreía.

domingo, 22 de julio de 2007

Compañeros en Traición.



Dibujaba la noche
tu despejado cuerpo,
preso de ausencias,
saciado en respiros.

Tu insaciable sed,
desbordaba mi verdad.

Caricias aprendidas con dolor,
ya conocía tu forma de amar:
inquieta,
extasiada,
sincera.

Quizás,
un poco de sinceridad no estaría tan mal.

Compañeros febriles,
traicioneros y traicionados,
cada uno,
trató de revivir aquello que ambos habíamos perdido:
el sueño
de un agónico recuerdo
impregnado en nuestras sábanas.

lunes, 16 de julio de 2007

domingo, 15 de julio de 2007

El juego de los Dados



Este será nuestro juego…pero solo por esta noche.

Yo lloraré por ti y tu me negarás todas las veces que sea necesario.
Luego yo me iré y jugaré en otra mesa.
Sólo entonces tomarás los dados, los alzarás en tus manos y dirás que me amas.
Yo volveré a la mesa y será ahora tu turno de jugar.
Siempre será tu turno, porque yo saltaré el mío.
Ahora depende del número que te señalen los dados. Esas serán las veces que me negarás nuevamente.
Yo lloraré por cada dado lanzado. Si esta vez fueron dos, lloraré esta vez y la siguiente que será la necesaria para volver a empezar el juego.

El ganador será aquel que al lanzar los dados sobre la mesa, saque el segundo par en el juego. De esta forma nos quedará claro que alguna vez coincidimos y podemos dejar de jugar.

lunes, 9 de julio de 2007

Hambre De Sueño


La habitación yace desordenada, me pierdo entre las sábanas.
Entre la racionalidad y la esperanza tambaleo sin cesar.
¿Por qué hube de probar el sueño?
Probarlo para luego perderlo, y crear otra adicción en mí.
Hambre del sueño,
Hambre de volver a probar aquel.


Condenada razón,
Ya no logra ni pensar.

Infectada del sueño,
El recordar siempre fue un problema.

Ilusa,
La creí virtud,
Sin ser,
Nada más que condena.

Escapar,
Volver a empezar,
Al paladar,
Ya no sabe lo mismo.
Sabor de otrora
En una receta perdida,
Imposible de volver a crear.

Mantenida por el hambre,
Consumida por el sueño,
Entre las sábanas se encuentra el refugio.

Fuera de ellas,
La habitación espera paciente,
Dejar el caos volver,
Dejar el orden por fin perecer.


Nunca me fui
Solo me quedé ahí,
Siempre estuve ahí.


Locura en gracia,
Nuevos paisajes tapan viejos sueños,
Anhelos algo olvidados.


Pero son sábanas ciegas,
Nubladas de hambre de sueño.
Y yo aún me sigo perdiendo entre aquellas.

domingo, 8 de julio de 2007

Mitomanías de la Razón

Fue solo una visión, pero fue suficiente para seguir.


Con desesperación me alejé del lugar, para descubrir que ya estaba por todas partes. Mi razón se encontraba infectada, mis actos, mis respiros...todo. Ya no había escapatoria de ti.

Te seguí por entre las calles, por entre los laberintos de gente ajena a nuestra razón, ajenos a nosotros. Te seguí hasta perderte, para volver a encontrarte en una esquina. Confundido entre la razón y entre la ilusión de lo que pasaría, te escabulliste de mí y del tiempo, para entrar por el pasillo. No podía detenerme ahora, debía seguirte.

A cada escalón te sentía un paso más cerca. Ya no podía más, te había esperado demasiado.

No me conocerías, pero yo sabía quién eras. Siempre lo había sabido. Eras yo mismo, yo dentro de otro cuerpo, libre de estas infecciones que me consumen, que no me dejan escapar. Serías el sueño de alguien, quién te desearía para sí con ansias. No serías su miseria; ese sueño confuso que trató de amoldarse a su esperanza de amar para sólo terminar en su condena.

Te reconozco en mi desnudez y ya no sientes miedo. Somos la misma persona y te das cuenta de ello. Somos dicotomía, la contraposición del sueño y la realidad. Pero como sueño que eres, no podía alcanzarte; debía despertar.

De frente al espejo, tu reflejo me dejaba verte. Aún era muy temprano para dejar de ser yo y ser tú, todo lo que yo quiero ser. No estaba listo, no todavía.
Me alejé de ti. Dejé que te incorporaras, tomaras la manilla y abrieras la puerta. Saliste por el mismo pasillo por donde habías entrado para volver a caminar entre la gente. Solo yo noté tu ausencia.


Volví a sentarme y conversar otro rato. Nos veríamos la próxima semana al parecer.
Me incorporé y recorrí el pasillo nuevamente para volver a la sala. Se abrió la puerta y entré nuevamente.Las siguientes dosis serían más fuertes y volvería a verte. Quizás las cosas serían distintas y me llevarías contigo, fuera de estos pasillos.
Sólo quince minutos más y sería hora de mi cocktail.